Rompiendo estereotipos

Rompiendo estereotipos 

Malcom nunca imaginó que en el planeta Tierra la gente fuese tan cruel cuando alguien no tenía su mismo aspecto, más bien cuando uno era diferente a los demás, él era un alienígena que venía a buscar gente de buen corazón, porque los de su planeta lo echaron por tener una antena rota, no les agradaba que alguien no fuera idéntico a ellos.

Malcom quería gente que no lo juzgara por tener la piel de color verde, los ojos grandes y anchos y dos antenas colocadas en cada lado de su gigante cabeza.

En su primer día del colegio en el planeta Tierra todo el alumnado se rió de él, —hasta el profesorado—, pero hubo una chica y un chico que no le hicieron, uno era Kai, este fué el primero en acercarse a Malcom, él tenía la piel oscura y una gran cicatriz en la cara por un accidente que tuvo de pequeño y le comentó a Malcom que siempre le soltaban comentarios racistas.

Tras eso se le acercó la niña, Malcom en un principio se extrañó y le preguntó a la chica, Ada, que era lo que hacía que los demás niños y niñas se burlaran de ella. Ada le explicó que era tanto por sus ojos que estaban pigmentados con un color amarillento, como por su orientación sexual, Malcom desconocía qué era aquello, por lo cual ella le explicó su definición.

La orientación sexual era el género por el que una persona se sentía atraída, había gente que se sentía atraída por mujeres, hombres, personas no binarias o de género fluido, o podía sentir atracción por todos o ninguno, y Ada se etiquetaba como una mujer lesbiana, a la que sólo le atraen las mujeres.

Malcom le sorprendió aquella información, puesto que en Júpiter todo era muy diferente respecto a las orientaciones sexuales, pero siempre era bueno aprender cosas de los humanos y las humanas.

Pasaron los días, Malcom, Ada y Kai, estaban muy felices, sin embargo, el alienígena no le era suficiente, quería más amigos y amigas, quería que lo aceptasen por como era, pero aquello parecía complicado. A Malcom se le ocurrió la idea de disfrazarse, así podría obtener la aceptación de los demás, y podría seguir teniendo una amistad con Kai y Ada.

Consiguió un disfraz de humano, no obstante cuando lo hizo se sintió triste, era raro actuar como alguien que no eres, esconder tu verdadero yo. Kai y Ada se enfadaron con el alien, se sentían traicionados, porque él y ella aunque eran diferentes no querían cambiar según los estereotipos creados por la sociedad de mente cerrada.

Después de largos días, Malcom se hartó, no quería seguir fingiendo ser otro, en aquellos momentos tenía muchos amigos y amigas, era popular en su colegio, y todos lo admiraban, no obstante él se rebeló frente a todo el colegio, todos quedaron atónitos, sin palabras.

¿Cómo podría ser que aquel chico, en realidad fuera un alienígena?

Sin embargo, pasó algo que jamás nadie esperó, nadie reaccionó de una mala manera, le aplaudieron y toda aquella sala se llenó de aplausos y gritos, Ada y Kai quedaron igual de pasmados que el extraterrestre.

La gente había aceptado la realidad de Malcom.

¿Si la gente ha podido aceptar a un alienígena, porque no lo hace con personas de piel oscura o gente que tiene una orientación homosexual?

Desde aquel día, en todas las clases se habló sobre la diversidad, algo a lo que la gente le costaba entender, que cuando alguien es diferente físicamente no es menos válido, tener la piel oscura o ser homosexual no te hace menos humano o menos humana, y que no tenemos que buscar la aceptación social, porque eso sólo hace que perdamos nuestra esencia, algo valioso en nosotros y nosotras.

La esencia de una persona es algo muy importante, es lo que la distingue de las demás.

Todos y todas somos iguales, respecto a los derechos y las leyes, sin embargo, cada persona es un mundo diferente, cada persona tiene algo que la hace especial y la diferencia de los demás, algo que la caracterizan, a veces son cosas por las que nos avergonzamos como por ejemplo, la antena rota de Malcom, la gran cicatriz de Kai en el rostro, o los ojos amarillentos de Ada. Y si nadie juzgara, viviríamos en un mundo mejor.

Aya kandil